O cómo una canción pachanga se convierte en un himno en 1993
FICHA En la segunda mitad de los 80 y los primeros 90 las pistas de baile supuraban tecno. El rock ya había superado aquella etapa que coronó con The final countdown de Europe y los teclados y sintenizadores, pero en el Nuevo Continente se pone en marcha un auténtica maquinaria de producción de éxitos para las dance floor. Con el permiso de Inglaterra, que tenía la vista puesta en el pop y el rock, países como Alemania, Italia y hasta el Benelux (si me apuráis) se especializan en un tipo de música que aporta clásicos como el Tarzan Boy de Baltimora, los exitazos de Modern Talking o C.C. Catch o, más tarde, Technotronic, Haddaway o 2 Unlimited. Este tema corresponde a 1993. Es obra de una formación pilotada por el productor y discjockey Alex Christensen, en los años en que, en España, lo más sonado era la ruta Destroy, aka, vamos, lo que viene siendo la Ruta del Bakalao. Junto a él, en el proyecto U96 estaban los productores Ingo Hauss, Helmut Hoinkis y Hayo Lewerentz, que formaban el equipo Matiz. Contenidos de esta entrada Ellos son los autores del sencillo Love sees no colour, que triunfó en aquel año. No me preguntéis por la intencionalidad de la letra, porque como puede verse, no hay más texto cantado en todo el tema que lo que dice el título: lo que viene siendo que el amor no ve colores. Muy profundo. Esta canción, que fue tuvo otras mezclas de Bass Bumpers, cosechó un éxito arrollador en el país de origen de los autores, Alemania, pero también en Suiza, Austria y Suecia. Forma parte del disco Replugged (os recuerdo que por aquel entonces comienzan a surgir los años de los unplugged, aunque la denominación es previa), y en este caso, el significado sería “reconectado”. Se inspira en los sonidos electrónicos y de teclados de los 80. Este disco ve la luz tras el exitoso single Das Boot, que formaba parte del álbum TV-advertised mega-seller-album. Aquel LP contenía una canción homónima, que asume el título de la película de 1981 que en España se tradujo como El submarino. Dicho sencillo era una adaptación del tema principal de aquella banda sonora compuesta por Klaus Doldinger. Das Boot permaneció catorce semanas en el número 1 en Alemania. Hay que señalar, también, que el nombre del grupo U96 alude a un sumergible alemán muy recordado por su participación en la Segunda Guerra Mundial. Esa máquina hundió 28 buques enemigos y era especialmente recordado por el emblema que lo decoraba, un pez sierra que sonreía. Se da la curiosa circunstancia de que Alex Christensen, alma de U96, representó a Alemania en Eurovisión 2009. Bajo el nombre Alex Swings Oscar Sings -no especialmente lúcido- obtuvo el vigésimo puesto. Junto a él actuó la pin-up Dita Von Teese, pero no fue una puesta en escena para recordar. En la canción que traemos a colación destacan los sonidos de cuerda -violín de fondo y al comienzo del tema-. Se entremezclan con una base de percusión potentísima que hizo de éste un emblema del trance de la época. El grupo U96 vendió más de 15 millones de discos en todo el mundo y parece que prepara un tour en 2019. En la actualidad el grupo está compuesto por Ingo Hauss y Hayo Lewerentz. Ellos serán los encargados de interpretar los temas del disco que publicaron en junio de 2018, titulado Reboot. Ese trabajo contó con colaboraciones como la de Wolfgang Flür, miembro originario de Kraftwerk. En ese tour, pondrán en escena sus éxitos más relevantes, con un apasionante viaje entre el espacio y el tiempo. Sigue descubriendo (o redescubriendo, según las circunstancias) más canciones en Music and Rock
Nombre: Love sees no colour
Grupo: U96
Disco: Reboot
Música: Alex Christensen, Ingo Hauss, Helmut Hoinkis y Hayo Panarinfo (Hayo Lewerentz)
Productores: Alex Christensen y equipo Matiz
Duración: 3:46
Posición en disco: 2
Discográfica: King Size Records/UrbanSin letra, pero con ritmo
En el disco Replugged
Un éxito bailable, iniciado con violines